Guía de los sitios Más Perrunos de León
Farelo K-9
La educación canina según nuestro punto de vista abarca dos partes, la relacionada con el perro y la que es responsabilidad del dueño.
En lo referente al animal no es más que el perro entienda unas normas de cortesía con los humanos y con sus congéneres, esto quiere decir que el perro debe saber una obediencia de calle (no tirar de la correa, no salirse a la carretera, acudir a la llamada…) y tener una buena sociabilización (saber jugar y saludar, identificar las señales de otros perros y actuar en consecuencia, además de fiarse en primera instancia de su olfato y no de su vista).
La parte referente al dueño es casi de mayor importancia ya que nuestro manejo y control del animal influirá directamente sobre el perro y le condiciona enormemente.
Trabajando estos dos apartados se genera el llamado “vinculo” el cual es la base de todo el trabajo.
Pero no solo hay que tener en mente la educación, hay perros que necesitan terapias para solucionar problemas comporta-mentales, las cuales son necesarias para llegar a lograr esa tan deseada educación canina. Y a partir de tener un perro equilibrado podemos avanzar hacia un adiestramiento en alguna de las múltiples disciplinas existentes.
El método no lo dicta el profesional, lo marcan las necesidades, esto quiere decir que no se utiliza un método infalible en el 100% de los casos y debemos adaptarnos al binomio perro/guía. Esto hace que los profesionales debamos seguir un continuo programa formativo para tener los máximos conocimientos.
Lo que si podemos decir es que siempre trabajamos a favor de instinto, dando una vital importancia al sentido del olfato (la gran herramienta no siempre apreciada en el sector).
Mediante una evaluación previa se realiza un diagnostico y un plan de trabajo para este, en el cual vuelve la figura del dueño a coger una vital importancia, ya que de su implicación dependerá los progresos del animal. En función de la evolución se va adaptando continuamente el plan de trabajo en función de las necesidades del perro y del guía, para realizar el trabajo de una forma eficaz y lo más cómoda posible para ambos.
Lógicamente se empieza por las metodologías más positivas posibles y controlando en especial los niveles de estrés generados en el animal.
“Nosotros no enseñamos al perro, enseñamos al dueño”
Los resultado prácticamente carecen de límites, siempre que se le dedique el tiempo necesario, aunque hay perros que pueden tener más limites que otros, no son replicas son individuos únicos.
Nosotros siempre decimos lo mismo, marcarse metas próximas para ir reforzándose con los resultados y de esta forma no flaquearan tus fuerzas.
Muchas veces nos dicen: es que mi perro es muy mayor…. Y yo respondo: “Ningún perro es demasiado nada para aprender y mejorar”
Difícil pregunta ya que es algo que no debería responder yo, lo debería de responder mis clientes y los profesionales del sector que me conozcan y sepan cómo trabajo.
Pero si tengo que decir algo, no sé, la constancia y el dinamismo.
Es una formación continuada con no menos de 6 o 7 eventos formativos al año, y suelen ser más.
Así que lo voy a resumir con la acreditación de una comunidad autónoma que yo creo que lo engloba bien:
Soy Educador Canino acreditado por el principado de Asturias.
Soy Adiestrador de perros de utilidad y trabajo acreditado por el principado de Asturias.
En esa comunidad como en otras (desgraciadamente no en la nuestra) está regulado el sector y debes cumplir unos requisitos teórico- prácticos para desarrollar la actividad.
También destacar que mi especialidad son los trabajos de olfato.
Soy un párrafo. Haz clic aquí para agregar tu propio texto y edítame. Soy un lugar ideal para que cuentes una historia y permitas que tus usuarios conozcan un poco más sobre ti.
Por mi parte no, solo que todo aquel que tenga preguntas se ponga en contacto y le atenderé con mucho gusto.
Podéis seguirnos por faceboock buscándonos por “farelo k9” en el correo: farelok9@gmail.com o a través del teléfono: 667-71-87-50